Prueba ingreso: Araiza y Andrea-chan.
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Prueba ingreso: Araiza y Andrea-chan.
Un día normal se volvía a levantar en la Sociedad de almas, en el Rukongai las almas que allí hacían sus vidas se levantaban perezosas por la mañana y trataban de sobrellevar sus vidas lo mejor que podían, en el Rukongai la mayoría de los jóvenes aspiraban a salir de allí y hoy les había tocado el turno a tres de ellos. Tres aspirantes al puesto de Shinigami y a tratar de llegar a lo más alto.
Las tres almas iban por la calle, ajenas a lo que este día iba a suponer en sus vidas. Tres mariposas negras volaban directas hacia su destino cada una hacia una de las tres almas, al cabo de un buen rato de emprender el vuelo del Seireitei mandadas por el examinador de la prueba dieron con su objetivo, tres chicas que hacia su vida normalmente hasta ese momento.
Las tres revolotearon alrededor de las cabezas de las tres aspirantes hasta que finalmente se les posaron encima y transmitieron el mensaje que para sorpresa de las tres almas sonó una potente voz masculina.
- Esta noche en el primer distrito, frente a la casa de la familia de comerciantes Saotome, equipaos bien, la prueba será movida –
Con este escueto mensaje la mariposa volvió a alzar el vuelo de vuelta al Seiretei dejando a las tres aspirantes con sus preparativos.
Información meteorológica
Informacion del lugar
FDI: bueno comienza la prueba espero que os guste a ver que tal se da ^^
Las tres almas iban por la calle, ajenas a lo que este día iba a suponer en sus vidas. Tres mariposas negras volaban directas hacia su destino cada una hacia una de las tres almas, al cabo de un buen rato de emprender el vuelo del Seireitei mandadas por el examinador de la prueba dieron con su objetivo, tres chicas que hacia su vida normalmente hasta ese momento.
Las tres revolotearon alrededor de las cabezas de las tres aspirantes hasta que finalmente se les posaron encima y transmitieron el mensaje que para sorpresa de las tres almas sonó una potente voz masculina.
- Esta noche en el primer distrito, frente a la casa de la familia de comerciantes Saotome, equipaos bien, la prueba será movida –
Con este escueto mensaje la mariposa volvió a alzar el vuelo de vuelta al Seiretei dejando a las tres aspirantes con sus preparativos.
Información meteorológica
- Spoiler:
- El tiempo se presenta nuboso con claros, sopla un viento leve durante el día. Por la noche existe una posibilidad entre el 10 – 15% de una ligera llovizna (léase todo depende de cuánto me apetezca que llueva xD) las nubes limitan la visibilidad por la noche
Informacion del lugar
- Spoiler:
- la casa de los Saotome es una mansión grande que cuenta con 2 pisos de alto, tiene una muralla que rodea la casa, no excesivamente alta fácil de saltar, la casa en si es típicamente japonesa, 3 palmos por encima del suelo para evitar humedades, suelo de madera, y puertas corredizas de papel.
La familia Saotome es la encargada del comercio con el mundo real (la que le consigue los cigarrillos a Araiza para entendernos) ha hecho una gran fortuna con ese comercio entre legar e ilegal, digamos que en el Seireitei lo saben pero le dan manga ancha
FDI: bueno comienza la prueba espero que os guste a ver que tal se da ^^
Última edición por Bleyze el Sáb Sep 13, 2008 5:39 pm, editado 1 vez
Bleyze- Moderador
- Mensajes : 86
Fecha de inscripción : 13/08/2008
Edad : 36
Localización : Madrid
Re: Prueba ingreso: Araiza y Andrea-chan.
“Esta noche en el primer distrito, frente a la casa de la familia de comerciantes Saotome, equipaos bien, la prueba será movida “
¡Por fin! ¡Había llegado el día! Desde su llegada al Rukongai Araiza se había frustrado al sentirse totalmente inútil. Desde el inicio de su trabajo se entregó con cuerpo y alma, con un solo propósito en el que fracasó. La academia de Shinigamis era el puente a volver a estar en activo. Realmente le interesaba bien poco el poder ayudar a otros o luchar por un bien superior. Simplemente quería entrar allí.
Sacó el traje de GEO del improvisado armario de su apartamento. Por unos segundos lo miró nostálgica. La malla se le ajustaba perfectamente a su cuerpo. Estaba hecho de un material flexible, tanto como para adaptarse a los movimientos más extremos, y muy resistente. Se colocó, también, los guantes protectores y sus botas militares. El chaleco anti-balas lo dejó apartado. Sería una idiotez llevarlo: ni allí había armas de fuego ni la iban a matar de nuevo. Además de que le entorpecería a la hora de pelear cuerpo a cuerpo. Se vistió. Por último ajustó el cuchillo en la funda de la bota para que no se le soltase al moverse.
Se recogió la melena negra en una coleta alta. Mantuvo la mirada de la soldado que le devolvía la mirada en el espejo. Tras un ligero amago acabó por llevarse la mano derecha a la nuca, palpando la cicatriz de la salida de la bala que la había matado (Aún no comprendía porque seguía ahí. La herida de la garganta hacía ya tiempo que había desaparecido). Agachó la cabeza y sintió una angustia atroz. Se llevó la otra mano a los ojos, apretándolos para no llorar. Volvió a mirarse al espejo. Esta vez su mirada estaba cargada de rabia y determinación.
- ¡Deja de lamentarte de una vez, maldita hija de puta! – No volvería fallar, entraría allí para llegar a los más alto como un reto personal. – Si no has podido vengarle demuéstrale lo que vales.
Estaba segura de que su padre se hallaba en el Rukongai. De hecho ya lo había buscando durante mucho tiempo. Sabía que si llegaba a hacerse nombre entre el Gotei 13 su padre lo sabría. Y también sabría en que se habría convertido y por qué.
Salió a la calle, aún era de día. El día estaba nublado y soplaba una agradable brisa fría. Puso rumbo hacia el punto de encuentro: La casa de la familia Saotome. Reconoció que aquello era una agradable coincidencia. La familia Saotome se dedicaba al comercio con el exterior, es decir, con el mundo real. Aún que la mayoría de ese comercio iba para la Sociedad de Almas también reservaba, de manera legalmente dudosa, algo para el Rukongai. Estaba claro que al opio no le iba a fallar la clientela en toda la eternidad. También era allí donde Araiza conseguía su tabaco. Así que había salido con tiempo para aprovisionarse y luego comenzar la prueba.
Cuando entró en la vivienda de los Saotome aquel olor tan característico la recibió. Arrastró la puerta de papel con delicadeza. Recordó con una sonrisa torcida que la primera vez petara con la misma naturalidad de cómo si se tratase de una puerta de madera y estuvo a punto de atravesarla. La hija mediana de los Saotome salió a recibirla. Al verla hizo una pequeña inclinación con la cabeza a modo de saludo. Araiza la imitó. La familia era de costumbres japonesas, no había más que verlo reflejado en su casa, típica del lugar.
La joven sonrió y volvió a entrar. Pasados unos segundos llegó con un bolsa que intercambió con Araiza por unas mondeas.
- Gracias – Araiza hizo una pequeña reverencia como gesto de gratitud. La chica sonrió y entró de nuevo.
Después de asegurarse de que el contenido de la bolsa era el correcto se subió al muro con poco esfuerzo y se sentó allí. Encendió un pitillo relajadamente. Esperaría allí hasta la hora señalada.
No había nervios, no había dudas. Ella sería una Shinigami.
¡Por fin! ¡Había llegado el día! Desde su llegada al Rukongai Araiza se había frustrado al sentirse totalmente inútil. Desde el inicio de su trabajo se entregó con cuerpo y alma, con un solo propósito en el que fracasó. La academia de Shinigamis era el puente a volver a estar en activo. Realmente le interesaba bien poco el poder ayudar a otros o luchar por un bien superior. Simplemente quería entrar allí.
Sacó el traje de GEO del improvisado armario de su apartamento. Por unos segundos lo miró nostálgica. La malla se le ajustaba perfectamente a su cuerpo. Estaba hecho de un material flexible, tanto como para adaptarse a los movimientos más extremos, y muy resistente. Se colocó, también, los guantes protectores y sus botas militares. El chaleco anti-balas lo dejó apartado. Sería una idiotez llevarlo: ni allí había armas de fuego ni la iban a matar de nuevo. Además de que le entorpecería a la hora de pelear cuerpo a cuerpo. Se vistió. Por último ajustó el cuchillo en la funda de la bota para que no se le soltase al moverse.
Se recogió la melena negra en una coleta alta. Mantuvo la mirada de la soldado que le devolvía la mirada en el espejo. Tras un ligero amago acabó por llevarse la mano derecha a la nuca, palpando la cicatriz de la salida de la bala que la había matado (Aún no comprendía porque seguía ahí. La herida de la garganta hacía ya tiempo que había desaparecido). Agachó la cabeza y sintió una angustia atroz. Se llevó la otra mano a los ojos, apretándolos para no llorar. Volvió a mirarse al espejo. Esta vez su mirada estaba cargada de rabia y determinación.
- ¡Deja de lamentarte de una vez, maldita hija de puta! – No volvería fallar, entraría allí para llegar a los más alto como un reto personal. – Si no has podido vengarle demuéstrale lo que vales.
Estaba segura de que su padre se hallaba en el Rukongai. De hecho ya lo había buscando durante mucho tiempo. Sabía que si llegaba a hacerse nombre entre el Gotei 13 su padre lo sabría. Y también sabría en que se habría convertido y por qué.
Salió a la calle, aún era de día. El día estaba nublado y soplaba una agradable brisa fría. Puso rumbo hacia el punto de encuentro: La casa de la familia Saotome. Reconoció que aquello era una agradable coincidencia. La familia Saotome se dedicaba al comercio con el exterior, es decir, con el mundo real. Aún que la mayoría de ese comercio iba para la Sociedad de Almas también reservaba, de manera legalmente dudosa, algo para el Rukongai. Estaba claro que al opio no le iba a fallar la clientela en toda la eternidad. También era allí donde Araiza conseguía su tabaco. Así que había salido con tiempo para aprovisionarse y luego comenzar la prueba.
Cuando entró en la vivienda de los Saotome aquel olor tan característico la recibió. Arrastró la puerta de papel con delicadeza. Recordó con una sonrisa torcida que la primera vez petara con la misma naturalidad de cómo si se tratase de una puerta de madera y estuvo a punto de atravesarla. La hija mediana de los Saotome salió a recibirla. Al verla hizo una pequeña inclinación con la cabeza a modo de saludo. Araiza la imitó. La familia era de costumbres japonesas, no había más que verlo reflejado en su casa, típica del lugar.
La joven sonrió y volvió a entrar. Pasados unos segundos llegó con un bolsa que intercambió con Araiza por unas mondeas.
- Gracias – Araiza hizo una pequeña reverencia como gesto de gratitud. La chica sonrió y entró de nuevo.
Después de asegurarse de que el contenido de la bolsa era el correcto se subió al muro con poco esfuerzo y se sentó allí. Encendió un pitillo relajadamente. Esperaría allí hasta la hora señalada.
No había nervios, no había dudas. Ella sería una Shinigami.
Re: Prueba ingreso: Araiza y Andrea-chan.
Abrí los ojos lentamente, la claridad entraba por la ventana de mi lujosa habitación comunicándome que ya había amanecido.Una vez mis ojos se acostumbraron a la luz y tras haber remoloneado bastante rato en la cama miré en reloj que tenía en la mesilla.El tiempo y la hora dejaron de importar en mi vida hacía ya tiempo atrás,no tenía nada que hacer normalmente,ni ninguna obligación que cumplir,así que podía emplear mi tiempo como se me antojara.Lo más normal es que me pasara el día haciendo ejercicio,pero no tenía ninguna prisa ni nada que se le pareciera,simplemete se había convertido en una de mis númerosas y extrañas costumbres.
Después de confirmar mis sospechas de que aún era temprano me levante pesadamente de la cama y abrí la ventana de la habitación,nada más hacerlo una suave brisa acarició mi cara despejando todo resquicio de adormecimiento que pudiera quedar.
Me gustaba asomarme a la ventana y mirar a la calle:ver el tiempo que hacía,la gente moviéndose de aquí para allá y demás.
Aquella mañana era fresca,no era un día caluroso ya que había un aire fresco.
-“Parece que va a llover…”-pensé mientras miraban las numerosas nubes que se extendían en el cielo.
A pesar de ello a veces las nubes dejaban pasar con cierta frecuencia los rayos del sol,para después de un rato volver a taparlo.
Pasé un buen rato en la ventana observando a la gente y disfrutando de la agradable brisa hasta que decidí comenzar la jornada.
-Ya va siendo hora de ponerse en marcha,pero…¿Qué hago hoy?-dije para mi misma mientras pensaba en que la idea de entrenar aquella mañana no se me hacía nada atractiva.
Unos segundos después decidí que lo mejor sería dar una vuelta y que ya decidiría sobre la marcha,así que me duché y salí a mi habitación con la intención de buscar algo que ponerme.Exitosamente encontré mis queridos pantalones piratas verdes y mi camiseta blanca reliadas sobre una silla de la habitación.Milagrosamente no se habían arrugado apenas.
-Está claro que el orden no es lo mio..-dije para mi misma-“Dios,no hago mas que hablar sola..sin duda este aburrimiento va a acabar con mi salud mental un día de estos…”-pensé mientras ponía involuntariamente una cara bastante cómica que si que hubiera hecho pensar a cualquiera que me hubiera visto que en realidad estaba loca.
Me vestí y una vez lista salí a la calle.Caminé durante una media hora por lo menos hasta que mi estómago comenzó a reclamar algo que ingerir,por lo que caminé hasta una tiendecilla cercana de la zona donde vendían dulces,me senté y me puse a desayunar.
Cuando terminé me dispuse a seguir con el paseo,esta vez con el estómago lleno.Iba observando todo a mi alrededor mientras caminaba con las manos en los bolsillos.Nada salía de lo común,la gente hacía sus compras en las tiendas,los niños correteaban por las calles.Todo era normal.O al menos eso pensaba hasta que algo llamó mi atención.
Una mancha negra se elevaba en el aire y curiosamente parecía ir hacia mí.Miré con curiosidad la mancha hasta que caí en la cuenta de lo que se trataba:era ni más ni menos que una mariposa infernal.
Había oído hablar de ellas en la familia,normalmente se utilizaban en el seireitei para transmitir algún mensaje entre sus habitantes.Pero sin duda no tenía ni idea de que pintaba aquello en el rukongai.
-”Seguramente ande buscando a algún shinigami que esté de misión por aquí cerca..aunque yo no he oído nada al respecto..”-pensé algo desorientada.Por muchas vueltas que le diese no conseguía encajar aquello.
Sin embargo mis dudas se resolvieron rápidamente.El pequeño animal revoloteó alrededor de mi cabeza durante unos instantes y luego se posó elegantemente en mi hombro izquierdo.Aunque los insectos no fuesen mi pasión debía reconocer que aquel pequeño animal era bastante hermoso.
Salí de mi trance de admiración hacia el pequeño insecto cuando una potente voz masculina habló desde el lugar de este.El mensaje era corto pero preciso:se me citaba por la noche frente a la casa de la familia Saotome para una prueba.
La palabra prueba resonó en mi cabeza una y otra vez mientras la mariposa emprendía d enuevo su vuelo,aunque yo ya no la contemplaba de lejos,estaba demasiado ocupada intentando organizar mi mente.
-“Una mariposa infernal viene y me transmite un mensaje en el que se me cita a un lugar para…una prueba…no puede ser otra cosa más que….”-ataba cabos mientras pensaba que por fin me daban aquella oportunidad tan codiciada por todos como era poder entrar en la academia shinigami.
Rápidamente tomé el colgante que descansaba en mi cuello,tenía forma de rombo con un borde en oro,y en el centro una esmeralda de un color verde intenso,del mismo color que los ojos de aquella persona que un día me lo entregó.
-“Ojalá estuvieras aquí Yoshi,así cumpliríamos tu sueño juntos….-pensaba mientras pasaba uno de mis dedos por la joya.
No había duda alguna,no podía faltar a aquella cita.Así que me di la vuelta rápidamente y eché a correr todo lo rápido que me permitían mis piernas mientras la determinación se apoderaba de mí.
Una vez llegué a la casa tomé una pequeña mochila,era ligera pero lo suficientemente grande para guardar algunas cosas.A hurtadillas me dirigí a la habitación que mi padre guardaba con tanto recelo como hubiera cuidado al hijo que nunca tuvo.En aquella habitación se guardaba todo lo relacionado con los shinigamis que había pasado por la familia,además de una zona dedicada a armas y demás.
Era una habitación bastante amplia,con vitrinas y estanterías que llegaban al techo repletas de antiguos hakamas de antepasados,pergaminos antiguos y un sin fin de cosas.
La parte que más me gustaba de aquella habitación sin duda era “la parte de los útiles” como yo la llamaba.Ahí podías encontrar desde pequeñas armas hasta cuerdas.Sin duda aquello era lo más útil de la habitación,ya que no conseguía verle utilidad más allá de lo decorativo que podían tener unos uniformes de la academia shinigamis ya usados por ejemplo,cuando se sabía de sobra que nadie volvería a ponerselos en la vida.Más que nada porque el simple hecho de tocarlos ya era considerado por la familia como un mancillamiento de una reliquia familiar.
Asegurádome de que nadie se percatara de mi presencia en la habitación abrí la mochila y tomé una pequeña arma blanca de un cajón.Era un arma bastante extraña:era completamente plateada de un tamaño superior al de un cuchillo normal,curva,y con algunas incrustraciones.Si mi intuición no me fallaba debía de tratarse de una pequeña daga gemela,pero era más reducida que las normales y sin ninguna duda,su gemela no se encontraba en aquel cajón.
La puse en la mochila y tomé un rollo bastante largo de una soga gruesa que había cerca.Cerré el cajón y la puerta después de asegurarme de que no hubiera indicios d emi presencia en la estancia.Me colgué la mochila al hombro y volví a salir a la calle.
Pasé todo el día fuera hasta que la noche se fue echando poco a poco.Cuando los últimos rayos anaranjados del atardecer aún se veían a lo lejos me planté delante de la casa de la familia Saotome.
Sin lugar a dudas era una casa que me gustaba,era la típica casa japonesa,era una mansión con una considerable extensión de terreno el cual estaba cercado por un muro,aunque no era muy infranqueable que digamos,se podía saltar con facilidad.La casa contaba con dos pisos,y aún desde fuera se podían contemplar las puertas corredizas de papel y el suelo de madera de esta por lo poco que estaba a la vista,que era poco más que la entrada.
La familia Saotome era una familia bastante poderosa en el distrito,sin embargo no les venía de tradición como a la mía,ellos se lo habían ganado a pulso.Empezaron con apenas nada y al final se afianzaron como comerciantes entre el mundo humano y la sociedad de almas.Actualmente el negocio iba de maravilla y su riqueza y poder iba en aumento.Esto había ocasionado algo de recelo entre las otras grandes familias del primer distrito y de los otros más cercanos.
La gente de dichas familias sólo hacían cuestionar la legalidad de dicho comercio para de alguna forma tratar de desprestigiarlos.Cierto era que aquel comercio no era del todo legal,pero eso no era un secreto para nadie.Aún así a mi no me parecía nada mal,si no todo lo contrario,mucha gente se veía beneficiada de esto,cosa que era más que visible por la cuantiosa clientela que atestaba la casa día y noche en busca de sus pedidos.
Mirando la casa me di cuenta que a pesar de haber pasado numerosas veces por delante de la mansión,y de mi interés por el mundo humano nunca había entrado dentro de la casa.
-“Cuando termine con lo que he venido a hacer entro del tirón”-pensé mirando la entrada de la casa.
Miré a mi alrededor,la noche ya se había echado encima del todo y el aire frío era aún más notable debido a la carencia de luz solar.Aún siendo de noche se podía distinguir a una persona subida en lo alto del muro de los Saotome.Me acerqué lo suficiente como para poder ver.Era una chica,batante mayor que yo a ojo le echaba unos veinte y pocos años.Tenía el pelo largo y moreno que aún recogido en una cola alta se notaba que era bastante ondulado.Poco más podía saber de ella ya que la veía de perfil.Miraba a un punto fijo mientras fumaba un cigarrillo.
Aunque lo que más me llamó la atención de ella era su ropa,iba completamente de negro con una vestimenta bastante extraña y peculiar a la vez que nunca antes había visto.
-“Sin duda una cliente más de Saotome,esas cosas no se encuentran en otro lugar del rukongai”-pensé mientras de un salto me encaramé en el muro cerca de la zona de la entrada,y me tumbé encima observando el cielo nublado mientras esperaba el menor indicio de la llegada de la persona que me había citado allí.
Después de confirmar mis sospechas de que aún era temprano me levante pesadamente de la cama y abrí la ventana de la habitación,nada más hacerlo una suave brisa acarició mi cara despejando todo resquicio de adormecimiento que pudiera quedar.
Me gustaba asomarme a la ventana y mirar a la calle:ver el tiempo que hacía,la gente moviéndose de aquí para allá y demás.
Aquella mañana era fresca,no era un día caluroso ya que había un aire fresco.
-“Parece que va a llover…”-pensé mientras miraban las numerosas nubes que se extendían en el cielo.
A pesar de ello a veces las nubes dejaban pasar con cierta frecuencia los rayos del sol,para después de un rato volver a taparlo.
Pasé un buen rato en la ventana observando a la gente y disfrutando de la agradable brisa hasta que decidí comenzar la jornada.
-Ya va siendo hora de ponerse en marcha,pero…¿Qué hago hoy?-dije para mi misma mientras pensaba en que la idea de entrenar aquella mañana no se me hacía nada atractiva.
Unos segundos después decidí que lo mejor sería dar una vuelta y que ya decidiría sobre la marcha,así que me duché y salí a mi habitación con la intención de buscar algo que ponerme.Exitosamente encontré mis queridos pantalones piratas verdes y mi camiseta blanca reliadas sobre una silla de la habitación.Milagrosamente no se habían arrugado apenas.
-Está claro que el orden no es lo mio..-dije para mi misma-“Dios,no hago mas que hablar sola..sin duda este aburrimiento va a acabar con mi salud mental un día de estos…”-pensé mientras ponía involuntariamente una cara bastante cómica que si que hubiera hecho pensar a cualquiera que me hubiera visto que en realidad estaba loca.
Me vestí y una vez lista salí a la calle.Caminé durante una media hora por lo menos hasta que mi estómago comenzó a reclamar algo que ingerir,por lo que caminé hasta una tiendecilla cercana de la zona donde vendían dulces,me senté y me puse a desayunar.
Cuando terminé me dispuse a seguir con el paseo,esta vez con el estómago lleno.Iba observando todo a mi alrededor mientras caminaba con las manos en los bolsillos.Nada salía de lo común,la gente hacía sus compras en las tiendas,los niños correteaban por las calles.Todo era normal.O al menos eso pensaba hasta que algo llamó mi atención.
Una mancha negra se elevaba en el aire y curiosamente parecía ir hacia mí.Miré con curiosidad la mancha hasta que caí en la cuenta de lo que se trataba:era ni más ni menos que una mariposa infernal.
Había oído hablar de ellas en la familia,normalmente se utilizaban en el seireitei para transmitir algún mensaje entre sus habitantes.Pero sin duda no tenía ni idea de que pintaba aquello en el rukongai.
-”Seguramente ande buscando a algún shinigami que esté de misión por aquí cerca..aunque yo no he oído nada al respecto..”-pensé algo desorientada.Por muchas vueltas que le diese no conseguía encajar aquello.
Sin embargo mis dudas se resolvieron rápidamente.El pequeño animal revoloteó alrededor de mi cabeza durante unos instantes y luego se posó elegantemente en mi hombro izquierdo.Aunque los insectos no fuesen mi pasión debía reconocer que aquel pequeño animal era bastante hermoso.
Salí de mi trance de admiración hacia el pequeño insecto cuando una potente voz masculina habló desde el lugar de este.El mensaje era corto pero preciso:se me citaba por la noche frente a la casa de la familia Saotome para una prueba.
La palabra prueba resonó en mi cabeza una y otra vez mientras la mariposa emprendía d enuevo su vuelo,aunque yo ya no la contemplaba de lejos,estaba demasiado ocupada intentando organizar mi mente.
-“Una mariposa infernal viene y me transmite un mensaje en el que se me cita a un lugar para…una prueba…no puede ser otra cosa más que….”-ataba cabos mientras pensaba que por fin me daban aquella oportunidad tan codiciada por todos como era poder entrar en la academia shinigami.
Rápidamente tomé el colgante que descansaba en mi cuello,tenía forma de rombo con un borde en oro,y en el centro una esmeralda de un color verde intenso,del mismo color que los ojos de aquella persona que un día me lo entregó.
-“Ojalá estuvieras aquí Yoshi,así cumpliríamos tu sueño juntos….-pensaba mientras pasaba uno de mis dedos por la joya.
No había duda alguna,no podía faltar a aquella cita.Así que me di la vuelta rápidamente y eché a correr todo lo rápido que me permitían mis piernas mientras la determinación se apoderaba de mí.
Una vez llegué a la casa tomé una pequeña mochila,era ligera pero lo suficientemente grande para guardar algunas cosas.A hurtadillas me dirigí a la habitación que mi padre guardaba con tanto recelo como hubiera cuidado al hijo que nunca tuvo.En aquella habitación se guardaba todo lo relacionado con los shinigamis que había pasado por la familia,además de una zona dedicada a armas y demás.
Era una habitación bastante amplia,con vitrinas y estanterías que llegaban al techo repletas de antiguos hakamas de antepasados,pergaminos antiguos y un sin fin de cosas.
La parte que más me gustaba de aquella habitación sin duda era “la parte de los útiles” como yo la llamaba.Ahí podías encontrar desde pequeñas armas hasta cuerdas.Sin duda aquello era lo más útil de la habitación,ya que no conseguía verle utilidad más allá de lo decorativo que podían tener unos uniformes de la academia shinigamis ya usados por ejemplo,cuando se sabía de sobra que nadie volvería a ponerselos en la vida.Más que nada porque el simple hecho de tocarlos ya era considerado por la familia como un mancillamiento de una reliquia familiar.
Asegurádome de que nadie se percatara de mi presencia en la habitación abrí la mochila y tomé una pequeña arma blanca de un cajón.Era un arma bastante extraña:era completamente plateada de un tamaño superior al de un cuchillo normal,curva,y con algunas incrustraciones.Si mi intuición no me fallaba debía de tratarse de una pequeña daga gemela,pero era más reducida que las normales y sin ninguna duda,su gemela no se encontraba en aquel cajón.
La puse en la mochila y tomé un rollo bastante largo de una soga gruesa que había cerca.Cerré el cajón y la puerta después de asegurarme de que no hubiera indicios d emi presencia en la estancia.Me colgué la mochila al hombro y volví a salir a la calle.
Pasé todo el día fuera hasta que la noche se fue echando poco a poco.Cuando los últimos rayos anaranjados del atardecer aún se veían a lo lejos me planté delante de la casa de la familia Saotome.
Sin lugar a dudas era una casa que me gustaba,era la típica casa japonesa,era una mansión con una considerable extensión de terreno el cual estaba cercado por un muro,aunque no era muy infranqueable que digamos,se podía saltar con facilidad.La casa contaba con dos pisos,y aún desde fuera se podían contemplar las puertas corredizas de papel y el suelo de madera de esta por lo poco que estaba a la vista,que era poco más que la entrada.
La familia Saotome era una familia bastante poderosa en el distrito,sin embargo no les venía de tradición como a la mía,ellos se lo habían ganado a pulso.Empezaron con apenas nada y al final se afianzaron como comerciantes entre el mundo humano y la sociedad de almas.Actualmente el negocio iba de maravilla y su riqueza y poder iba en aumento.Esto había ocasionado algo de recelo entre las otras grandes familias del primer distrito y de los otros más cercanos.
La gente de dichas familias sólo hacían cuestionar la legalidad de dicho comercio para de alguna forma tratar de desprestigiarlos.Cierto era que aquel comercio no era del todo legal,pero eso no era un secreto para nadie.Aún así a mi no me parecía nada mal,si no todo lo contrario,mucha gente se veía beneficiada de esto,cosa que era más que visible por la cuantiosa clientela que atestaba la casa día y noche en busca de sus pedidos.
Mirando la casa me di cuenta que a pesar de haber pasado numerosas veces por delante de la mansión,y de mi interés por el mundo humano nunca había entrado dentro de la casa.
-“Cuando termine con lo que he venido a hacer entro del tirón”-pensé mirando la entrada de la casa.
Miré a mi alrededor,la noche ya se había echado encima del todo y el aire frío era aún más notable debido a la carencia de luz solar.Aún siendo de noche se podía distinguir a una persona subida en lo alto del muro de los Saotome.Me acerqué lo suficiente como para poder ver.Era una chica,batante mayor que yo a ojo le echaba unos veinte y pocos años.Tenía el pelo largo y moreno que aún recogido en una cola alta se notaba que era bastante ondulado.Poco más podía saber de ella ya que la veía de perfil.Miraba a un punto fijo mientras fumaba un cigarrillo.
Aunque lo que más me llamó la atención de ella era su ropa,iba completamente de negro con una vestimenta bastante extraña y peculiar a la vez que nunca antes había visto.
-“Sin duda una cliente más de Saotome,esas cosas no se encuentran en otro lugar del rukongai”-pensé mientras de un salto me encaramé en el muro cerca de la zona de la entrada,y me tumbé encima observando el cielo nublado mientras esperaba el menor indicio de la llegada de la persona que me había citado allí.
Re: Prueba ingreso: Araiza y Andrea-chan.
FDI: bueno siento el enorme retraso pero entre lo que espere a Yoruichi_kn que contestase, y el tiempo que me comen los examenes se ha juntado un poco de todo pero aqui teneis la continuación vamos a darle celeridad a esto jeje ale.... aaaa jugar!!!! xD
Amanecia un nuevo día un un shinigami se levantaba de la cama perezosamente con un gran bostezo en que se le podria haber inspeccionado la cabidad bucal con absoluta tranquilidad - Uaaaaaaaa - Uff que de día es... - miro a la ventana poniendose la mano sobre los ojos para tratar de filtrar los rayos que le cegaban recien levantado, al tiempo que abria y cerraba la boca para tratar sin exito de reducir la pastosez que en esta reinaba a causa el sake de la noche anterior. Acto seguido miro al calendario que colgaba de la pared de su dormitorio; 16 de septiembre Prueba de acceso en el rukongai, lugar: mansion de los Saotome, "¡¡¡¡MIERDA!!!!" pensó, ¡¡como puede ser!! ¡lo habia olvidado! sabía que juntaser con el capitan Kyouraku no era una buena idea...
Miro al cielo el sol en su recorrido por la bobeda celeste estaba cerca del medio día... la cosa pintaba mal, se vistio como pudo y salio rapidamente de camino al rukongai, " espero que esos aspirantes no esten demasiado molestos..."
Al cabo de 10 minutos a paso de shumpo llego a la puerta Este del Rukongai que branqueo sin problemas, ya mas tranquilo pero aun con dolor de cabeza causado por la resaca, llego hasta la puerta de la casa de los Saotome andando tranquilamente con las manos en los bolsillos se puso a la altura de las dos figuras que esperaban encaramadas a al muro que delimitaba los limtes de la mansión, llegando hasta una chica que vestia de un modo extraño para el Rukongai.
- Buenas - saludo el shinigami levantando la mano de manera perezosa - ¿eres una de los aspirantes a la academia? - espero unos instantes a que la chica contestase, pero al ver la cara de llevar esperando demasiado tiempo dedujo que asi era, por la cara similar de otra chica que estaba sentada un poco mas lejos dedujo que ella tambien se encontraba alli por la prueba, por lo que llamo su atencion alzando la voz e hizo una señal para que se acercase - Me llamo Minami Yunsuke, sere vuestro examinador en la prueba de acceso, ¿por cierto no deberiais ser tres personas...? bueno da igual no vamos a esperar mas - miro a las dos aspirantes a los ojos buscando una señal de aprobacion a la propuesta, aunque de todas formas si se negasen habria dado igual - Bueno, voy a ir entrando en materia... - dijo mientras introducia una mano en su kimono para extraer un cuaderno de notas - mmm a ver... tu debes de ser Erizawa Yui, de que me suena a mi ese nombre..., vah da igual bueno a ver veo que estas en forma, aunque tienes poca experiencia en combate... - por un momento la miro de arriba a abajo, luego se encogio de hombros y añadio desprecoupadamente - bueno ya la iras adquiriendo, bueno tu ficha todo en orden. Ahora vamos contigo - y se dirigio hacia la otra aspirante que se encontraba en el lugar - Tu ereees... ¡aah si! Natsu Araiza, a ver aqui dice que tienes experiencia en combate cuerpo a cuerpo y con... ¿armas de fuego? bueno no se que es eso pero me imagino que es algo del mundo real... ¡bueno! vamos a empezar -
El shinigami se sentó en el suelo desplegando un pequeño mapa de la zona con anotaciones, rayas y marcas sobre él - Vamos a ver... vuestra misión consiste en pararle los pies a una banda de ladrones y asaltantes que esta actuando por el lugar, como podeis ver han robado en las mansiones de de los Sanzenin, los Ayasaki y los Hanabishi, y sabemos que la semana pasada lo intentaron en casa de la familia Erizawa... anda ya sabia de que me sonaba tu nombre.... bueno que me enrollo por cierto ese traje que tienes es un poco extraño para el rukongai ¿no? ¿es comodo? ¿donde lo as conseguido? - dijo esto ultimo dirigiendose a Araiza la cual le miraba con una cara extraña - Ejem... lo siento que me disperso, como os iba a decir, creemos que su proximo objetivo es la mansión Saotome ya que obtendrian un jugoso botín, a la banda no les importa actuar de día, son rápidos y violentos, por lo que vuestra misión sera... -
En mitad de la explicación un grito salió del interior de la mansión seguido de un estallido y 2 personas que salian de un salto de la casa por el piso superios y a los que se les unieron 4 transeuntes que resultaron ser miembros de la banda que andaband e incognito cerca de la mansión.
- Bueno me supongo que os hareis una idea de cual es la prueba ¿no? ¡Perseguir y pararle los pies a esa banda¡ tomad esto - dijo tendiendoles dos tantos - son mas de lo que parecen usadlos con cuidado, como se supone que deberiais de ser tres pero falta un aspirante yo sere vuestro apoyo, pero solo intervendre si las cosas se ponen realmente feas. - miro un instante mas a las dos aspirantes y añadio - ¡Comienza la cacería! ¡A por ellos! -
Amanecia un nuevo día un un shinigami se levantaba de la cama perezosamente con un gran bostezo en que se le podria haber inspeccionado la cabidad bucal con absoluta tranquilidad - Uaaaaaaaa - Uff que de día es... - miro a la ventana poniendose la mano sobre los ojos para tratar de filtrar los rayos que le cegaban recien levantado, al tiempo que abria y cerraba la boca para tratar sin exito de reducir la pastosez que en esta reinaba a causa el sake de la noche anterior. Acto seguido miro al calendario que colgaba de la pared de su dormitorio; 16 de septiembre Prueba de acceso en el rukongai, lugar: mansion de los Saotome, "¡¡¡¡MIERDA!!!!" pensó, ¡¡como puede ser!! ¡lo habia olvidado! sabía que juntaser con el capitan Kyouraku no era una buena idea...
Miro al cielo el sol en su recorrido por la bobeda celeste estaba cerca del medio día... la cosa pintaba mal, se vistio como pudo y salio rapidamente de camino al rukongai, " espero que esos aspirantes no esten demasiado molestos..."
Al cabo de 10 minutos a paso de shumpo llego a la puerta Este del Rukongai que branqueo sin problemas, ya mas tranquilo pero aun con dolor de cabeza causado por la resaca, llego hasta la puerta de la casa de los Saotome andando tranquilamente con las manos en los bolsillos se puso a la altura de las dos figuras que esperaban encaramadas a al muro que delimitaba los limtes de la mansión, llegando hasta una chica que vestia de un modo extraño para el Rukongai.
- Buenas - saludo el shinigami levantando la mano de manera perezosa - ¿eres una de los aspirantes a la academia? - espero unos instantes a que la chica contestase, pero al ver la cara de llevar esperando demasiado tiempo dedujo que asi era, por la cara similar de otra chica que estaba sentada un poco mas lejos dedujo que ella tambien se encontraba alli por la prueba, por lo que llamo su atencion alzando la voz e hizo una señal para que se acercase - Me llamo Minami Yunsuke, sere vuestro examinador en la prueba de acceso, ¿por cierto no deberiais ser tres personas...? bueno da igual no vamos a esperar mas - miro a las dos aspirantes a los ojos buscando una señal de aprobacion a la propuesta, aunque de todas formas si se negasen habria dado igual - Bueno, voy a ir entrando en materia... - dijo mientras introducia una mano en su kimono para extraer un cuaderno de notas - mmm a ver... tu debes de ser Erizawa Yui, de que me suena a mi ese nombre..., vah da igual bueno a ver veo que estas en forma, aunque tienes poca experiencia en combate... - por un momento la miro de arriba a abajo, luego se encogio de hombros y añadio desprecoupadamente - bueno ya la iras adquiriendo, bueno tu ficha todo en orden. Ahora vamos contigo - y se dirigio hacia la otra aspirante que se encontraba en el lugar - Tu ereees... ¡aah si! Natsu Araiza, a ver aqui dice que tienes experiencia en combate cuerpo a cuerpo y con... ¿armas de fuego? bueno no se que es eso pero me imagino que es algo del mundo real... ¡bueno! vamos a empezar -
El shinigami se sentó en el suelo desplegando un pequeño mapa de la zona con anotaciones, rayas y marcas sobre él - Vamos a ver... vuestra misión consiste en pararle los pies a una banda de ladrones y asaltantes que esta actuando por el lugar, como podeis ver han robado en las mansiones de de los Sanzenin, los Ayasaki y los Hanabishi, y sabemos que la semana pasada lo intentaron en casa de la familia Erizawa... anda ya sabia de que me sonaba tu nombre.... bueno que me enrollo por cierto ese traje que tienes es un poco extraño para el rukongai ¿no? ¿es comodo? ¿donde lo as conseguido? - dijo esto ultimo dirigiendose a Araiza la cual le miraba con una cara extraña - Ejem... lo siento que me disperso, como os iba a decir, creemos que su proximo objetivo es la mansión Saotome ya que obtendrian un jugoso botín, a la banda no les importa actuar de día, son rápidos y violentos, por lo que vuestra misión sera... -
En mitad de la explicación un grito salió del interior de la mansión seguido de un estallido y 2 personas que salian de un salto de la casa por el piso superios y a los que se les unieron 4 transeuntes que resultaron ser miembros de la banda que andaband e incognito cerca de la mansión.
- Bueno me supongo que os hareis una idea de cual es la prueba ¿no? ¡Perseguir y pararle los pies a esa banda¡ tomad esto - dijo tendiendoles dos tantos - son mas de lo que parecen usadlos con cuidado, como se supone que deberiais de ser tres pero falta un aspirante yo sere vuestro apoyo, pero solo intervendre si las cosas se ponen realmente feas. - miro un instante mas a las dos aspirantes y añadio - ¡Comienza la cacería! ¡A por ellos! -
Bleyze- Moderador
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Re: Prueba ingreso: Araiza y Andrea-chan.
- ¡Comienza la cacería! ¡A por ellos! – “Cacería”. Esa fue la única palabra de aquel individuo que realmente motivó a Araiza. Las había tenido toda la noche esperando. Tampoco supuso un problema muy grande para ella, ya que había pasado toda la noche repasando las llaves y los ejercicios físicos, uno por uno, así como las tácticas de asalto o cualquier método que le pudiera servir para emplearlo ahora.
Minami llegó horas tarde y con cara de haber pasado la noche en compañía del sake. Aún encima de ello hablaba demasiado y lo que decía tenía poco peso, lo que irritaba a Araiza.
Examinó fugazmente su tanto antes de ponerse de pié en el muro, era bastante similar al cuchillo que tenía en la bota sólo que de forma más angulosa y de mayor tamaño. Al instante supo que no tendría problema para manejarlo.
Visualizó como estaban dispuestos los cuatro tipos de incógnito de la calle.
Comenzaban su huida al ver que sus dos compañeros salían de la casa. Corrió por el muro hasta su fin y saltó cayendo a unos cinco metros del primero. Con un fugaz movimiento llevó la mano a su tobillo derecho y lanzó el cuchillo con la intención de impactara en la cabeza del hombre. Este movimiento ya lo había hecho más de una vez así que esperaba no fallar. Aún así se giró para poder localizar a otro de ellos. Vio otro, no a demasiada distancia, y echó a correr tras de él, evitando a en la medida de lo posible a los pocos transeúntes que quedaban por la calle, ya que la mayoría se habían hecho a un lado o habían salido corriendo. Cuando estuvo a poco de él se lanzó por el suelo para hacerle la llave de piernas. La llave de piernas se aplica derribando al enemigo entrelazando sus piernas contra las de él y acto seguido colocando al detenido boca abajo sobre el suelo y esposándole por detrás de la espalda. Después se doblan las rodillas, con un pie encajado detrás de la rodilla opuesta y el otro enganchado a las esposas.
Como en este caso no había esposas decidió que lo más eficiente sería cortarle el tendón de Aquiles de un pié al menos. Así podría dejarlo allí tirado sin miedo a que volviese a salir corriendo.
Su mente no emitía ningún pensamiento ni sensación. Sólo ponía en práctica acciones.
FDI: Soy bastante inconcreta por qué no sé cómo están ubicados ni cuáles son sus movimientos. Ni si van en grupos o cada uno por una calle. Como no me quería inventar (demasiado) la escena, ya que condicionaría Andrea-chan, espero que te sirva como va escrito.
Es una imprudencia que Araiza se gire antes de que el cuchillo impacte, o no, en su objetivo. Pero es una decisión que te corresponde a ti, y para que no fuera corta mi acción hago que busque otro objetivo. De todos modos hay que tener en cuenta que Araiza está acostumbrada a este tipo de combates, con fugas y eso, además del combate físico. Así que por ello debería tener cierta ventaja.
La inmovilización con la llave de piernas es también una acción que no ha finalizado, pero que si está empezando… para que tu decidas si se completa o no.
Sus métodos de inmovilización son poco “ortodoxos” ya que la manera de proceder de Araiza no tiene miramientos, y es la manera más rápida y efectiva… aún que queden secuelas.
Minami llegó horas tarde y con cara de haber pasado la noche en compañía del sake. Aún encima de ello hablaba demasiado y lo que decía tenía poco peso, lo que irritaba a Araiza.
Examinó fugazmente su tanto antes de ponerse de pié en el muro, era bastante similar al cuchillo que tenía en la bota sólo que de forma más angulosa y de mayor tamaño. Al instante supo que no tendría problema para manejarlo.
Visualizó como estaban dispuestos los cuatro tipos de incógnito de la calle.
Comenzaban su huida al ver que sus dos compañeros salían de la casa. Corrió por el muro hasta su fin y saltó cayendo a unos cinco metros del primero. Con un fugaz movimiento llevó la mano a su tobillo derecho y lanzó el cuchillo con la intención de impactara en la cabeza del hombre. Este movimiento ya lo había hecho más de una vez así que esperaba no fallar. Aún así se giró para poder localizar a otro de ellos. Vio otro, no a demasiada distancia, y echó a correr tras de él, evitando a en la medida de lo posible a los pocos transeúntes que quedaban por la calle, ya que la mayoría se habían hecho a un lado o habían salido corriendo. Cuando estuvo a poco de él se lanzó por el suelo para hacerle la llave de piernas. La llave de piernas se aplica derribando al enemigo entrelazando sus piernas contra las de él y acto seguido colocando al detenido boca abajo sobre el suelo y esposándole por detrás de la espalda. Después se doblan las rodillas, con un pie encajado detrás de la rodilla opuesta y el otro enganchado a las esposas.
Como en este caso no había esposas decidió que lo más eficiente sería cortarle el tendón de Aquiles de un pié al menos. Así podría dejarlo allí tirado sin miedo a que volviese a salir corriendo.
Su mente no emitía ningún pensamiento ni sensación. Sólo ponía en práctica acciones.
FDI: Soy bastante inconcreta por qué no sé cómo están ubicados ni cuáles son sus movimientos. Ni si van en grupos o cada uno por una calle. Como no me quería inventar (demasiado) la escena, ya que condicionaría Andrea-chan, espero que te sirva como va escrito.
Es una imprudencia que Araiza se gire antes de que el cuchillo impacte, o no, en su objetivo. Pero es una decisión que te corresponde a ti, y para que no fuera corta mi acción hago que busque otro objetivo. De todos modos hay que tener en cuenta que Araiza está acostumbrada a este tipo de combates, con fugas y eso, además del combate físico. Así que por ello debería tener cierta ventaja.
La inmovilización con la llave de piernas es también una acción que no ha finalizado, pero que si está empezando… para que tu decidas si se completa o no.
Sus métodos de inmovilización son poco “ortodoxos” ya que la manera de proceder de Araiza no tiene miramientos, y es la manera más rápida y efectiva… aún que queden secuelas.
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